jueves, 12 de septiembre de 2013

COMENTARIOS LA SIESTA DEL MARTES


Montse Pazmiño
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El Cuento Fantástico
2013.09.12

La siesta del martes

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Tema
El cuento la siesta del martes fue escrito en 1962 y forma parte de la colección “Los funerales de la Mama Grande”. García Márquez nos relata el recorrido de una madre y su hija para visitar la tumba de su hijo que fue asesinado cuando trataba de robar en una propiedad privada. A través del cuento el autor además de narrarnos el viaje de la madre nos enseña otro lado de Colombia. Vemos reflejado un período de violencia de la historia colombiana, causado por el conflicto entre el partido liberal y el conservador. (1948 -1957). Nos muestra un pueblo triste, oprimido, sin esperanza, reflejo de los duros años que les tocó vivir. Al describir el tren viejo, el calor, la sequedad, las casas deterioradas, el autor no solo narra un cuento, nos adentra en un mundo de opresión y miedo.
 Dos observaciones sobre la madre
“La mujer parecía demasiado vieja para ser su madre, a causa de las venas azules en los párpados y del cuerpo pequeño, blando y sin formas, en un traje cortado como una sotana.”(García Márquez. 1962. p.16)
Por la descripción que nos hace el autor de la madre, podemos deducir que es una persona que ha sufrido mucho. Es una persona fuerte y valiente, cabeza del hogar, que aunque se la considere  muy dura quiere mucho a sus hijos y le conmueve lo que con ellos pase.
“Viajaba con la columna vertebral firmemente apoyada contra el espaldar del asiento, sosteniendo en el regazo con ambas manos una cartera de charol desconchado. Tenía la serenidad escrupulosa de la gente acostumbrada a la pobreza”.
 Parece que pasó muchas necesidades sin embargo supo siempre salir adelante sin doblegarse. Por su lenguaje, sus modales y su vestido se nota que es alguien con educación y que vivió tiempos mejores. Es una persona reservada, de pocas palabras que no demuestra sus sentimientos en público ni le gusta causar lástima. (Este es otro rasgo de su educación)
“Si tienes ganas de hacer algo, hazlo ahora —dijo la mujer—. Después, aunque te estés muriendo de sed no tomes agua en ninguna parte. Sobre todo, no vayas a llorar”.
 Relación madre hija
A primera leída la madre se muestra como una mujer muy dura y seca, pero si leemos con detalle nos damos cuenta que aunque de pocas palabras y parca en muestras de afecto, se preocupa por su hija y su bienestar.
“Cuando volvió al asiento la madre le esperaba para comer. Le dio un pedazo de queso, medio bollo de maíz y una galleta dulce, y sacó para ella de la bolsa de material plástico una ración igual.”
La madre, es una persona autoritaria acostumbrada a mandar. Esto nos demuestra que ella fue la responsable de dirigir su hogar, sacar a sus hijos adelante sin darse tiempo para lamentaciones.
—Ponte los zapatos—dijo.
—Péinate —dijo.
La niña tiene doce años y confía en su madre y está segura que lo que ella hace está correcto, no replica, no parece que sea por miedo, sino por confianza en la madre.
Comportamiento cura
A través del personaje del cura, el autor, realiza una crítica a la Iglesia y a su función en la sociedad. Lo hace ver como una suerte de confrontación entre clases sociales, el Señor cura del pueblo y la madre de un ladrón. Los comentarios del Padre son faltos de piedad, no se interesa en lo verdaderamente importante de ese momento, el dolor de una madre al haber perdido a su hijo, él da por hecho que el muerto era una mala persona y hace a la madre responsable  del comportamiento del hijo
"- ¿Nunca trató de hacerlo entrar por el buen camino?”
Una frase que dice mucho del padre es cuando el autor nos relata que el padre esperaba ver llorar a la madre y a la hija y al ver que no lo hacían las mira con “piadoso estupor”, él esperaba verlas desconsoladas, hundidas, suplicantes para el actuar como todopoderoso y concederles la gracia del perdón.

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