Basándonos en el significado encontrado en Wikipedia y según lo que leímos en el texto, las castas representan las variedades de mezclas entre las tres etnias: europea, indígenas y negros y sus descendientes, sobre la que se creó una sociedad colonial estratificada. Teniendo como justificación el cristianizar a América, el Imperio Español conquistó a las antiguas civilizaciones indígenas, estableciendo en las colonias españolas un sistema de estratificación social que estableció diferentes categorías y roles entre las personas. Basándose en la creencia que un grupo de personas pertenecían a razas puras (Blancos, indios y negros) y que el resultado de la mezcla de estas razas puras creaba otros grupos que eran castas o cruzas, el régimen colonial en su afán de disminuir el mestizaje comenzó a menospreciar a las personas fruto de cruzas.
Dentro de las razas puras, la raza blanca, se merecía diferente trato que la indígena y esta a su vez que la negra. Además se hacían distinciones con los hijos nacidos en América y con los nacidos en España. Así se fue creando una complicada clasificación cada vez más específica como mestizo, mulato, ladino, zambo, cholo, cuarterón, osorio, chino, salto atrás, tente en el aire, etc. . y como es de suponerse, los castigos, leyes, privilegios, variaban según la casta a la que se pertenecía.
Con esta introducción quiero señalar como fue introducido el legado de racismo que nos dejaron los españoles, ya que ellos desde su llegada a América se encargaron de etiquetar a sus habitantes según su procedencia.
Lastimosamente a pesar de los años pasados desde nuestra independencia el racismo sigue presente en el Ecuador y para corroborar mi afirmación, copio estas cifras publicadas en el HOY:
Publicado el 21/Marzo/2005 | 00:00 - Diario HOY
La paradoja: el 65% de los ecuatorianos admite que en el país existen prácticas racistas y discriminatorias, pero solo el 10% se declara abiertamente racista. De este grupo, el 14% es blanco y el 5% es afroecuatoriano.
Y no es un problema solamente ecuatoriano, de hecho, el 21 de marzo se celebra el día internacional contra la discriminación racial, que suele pasar desapercibido en la sociedad ecuatoriana a pesar de su pluriculturalidad y multietnicidad.
Creo que hay varios factores que se deberían tomar en cuenta para combatir el racismo. El estado debería implementar políticas que ayuden a disminuirlo, entre ellas:
Económicas
- Mejorar la economía de los ciudadanos
Educativas
- Implementar campañas en los colegios.
- Reforzar las clases de historia para fomentar la identidad y el orgullo de nuestras razas.
Medios de Comunicación
- Controlar programas en donde el racismo está implícito y se reproducen mensajes racistas como por ejemplo las propagandas de Deja, programas como Mis adorables Entenados.
- Concientización del uso del lenguaje como:” Trabajo como negro para vivir como blanco”.
Judiciales
- Revisar las leyes, sancionar a manifestaciones de racismo abiertas.
Volviendo a revisar el artículo producido en Diario HOY que ya mencioné nos da unas cifras que nos hacen meditar:
Regionalmente, el mayor prejuicio está en la Sierra (80%) que en la Costa (72%). La encuesta también determinó dos responsables: el Estado (55%) y la ciudadanía (37%). Además, el 67% de los consultados está de acuerdo en que el Gobierno priorice una política de enseñanza de la diversidad étnica y cultural; el 13% propone crear oficinas para atender casos de exclusión; el 12%, campañas masivas en los medios; y apenas el 8% plantea leyes que penalicen el racismo.
El país que más ha avanzado en cuestiones de racismo es USA, en él se implementó un sistema de cuotas, donde debe existir un porcentaje de minorías en universidades, empleos públicos, escuelas, etc. Es increíble constatar que en un país en donde hace solo 50 años los negros eran discriminados, ahora uno de ellos es su presidente.
Y por último para contestar la pregunta de si existe racismo actualmente, quiero compartir con ustedes una parte de un ensayo que escribí el semestre pasado comentando el libro “Un mundo par Julius” en el que doy varios ejemplos actuales de racismo.
“Lo que me pone a meditar sobre esta obra y me intranquiliza es que a pesar de haber sido escrita hace ya 40 años, el tema sigue siendo muy actual y vigente. Cuantas veces no nos vemos reflejados en esa injusticia social y doble moral que se narra en la novela. Cuantos ejemplos diarios podemos dar de esa discriminación de clases sociales que existe en nuestro medio y de las que somos testigos y a veces cómplices. Sin pensarlo mucho puedo citar varios ejemplos:
Desde pequeñas nos enseñan en las casa que las empleadas domésticas pertenecen a otro mundo, puede ser muy buena la patrona pero la empleada siempre comerá en la cocina, luego de los señores, si tiene suerte la comida que comen ellos o en otros casos las sobras. Tendrá siempre una vajilla y unos cubiertos para ella por si acaso, porque así dicen las “buenas” costumbres. Y si por algo se habla de ellas en una reunión social será para decir que “son un mal necesario” o que es “la mejor de las doras”, o que “ellas si no aprenden si son burras”, sin embargo cuantas veces no se quedan a cargo de los niños y son las encargadas de que coman, hagan los deberes, bañarles, acostarlos.
Si hablamos de educación la discriminación será igual o peor, pensemos en un colegio privado y en uno público. Muchas veces comento con mis hijos, que en muchos colegios privados de la capital no les exigen a los futuros alumnos que den un examen satisfactorio de conocimiento, que lo que tienen que pasar es el examen de “sangre”.
Cuantos niños inútiles no conocemos y estamos educando que nunca se han subido a un bus o al trole, que su visión de Quito de limita a 2 km cuadrados de sus casas, que no saben que existe el Sur, que no saben que existe niños que se levantan a las 4.30 am y que recorren hasta una hora y media para llegar a sus colegios, niños que desde los 6 años ya saben coger un transporte público y llegar solos a sus escuelas, niños que llegan a sus casa luego de la jornada de trabajo y no está su mamá que los de de comer y tienen que cocinar para ellos y sus hermanos menores.
Cuantas veces caemos en la trampa de preguntar a una persona que acabamos de conocer su nombre y apellido, en que colegio estuvo, y por donde vive para tratar de ubicarlo socialmente, para saber con quién tratamos y como debemos comportarnos. En nuestro análisis no nos importara si tiene buenos sentimientos, si trata bien a sus empleados, si es un buen hijo, un buen amigo.”
