miércoles, 5 de marzo de 2014

QUATTROCENTO Y CINQUECENTO / DIFERENCIAS DE LA PINTURA ITALIANA

Montse Pazmiño
00109349
Historia del Arte II
2014/02/18

Diferencias de la pintura Italiana entre el Quattrocento y el Cinquecento

En un principio pensé en realizar este deber realizando un cuadro comparativo, pero al intentarlo me di cuenta que se iban a perder detalles descriptivos importantes de las pinturas de los dos siglos de los que hablaremos el XV y el XVI por lo que decidí que lo mejor era escribir sobre las principales características de la pintura del Quattrocento, luego del Cinquecento.

El Quattrocento

El Quattrocento comprende el siglo XV. A principios de este siglo, luego del Gran Cisma, el Papado
regresa a Roma, donde Nicolás V comenzará la reconstrucción de la ciudad, una de sus estrategias fue la de promover el brillante y renovador jubileo de 1450. Alrededor de este nuevo resurgir se crean
potencias como Florencia, que a cargo de los Medici, Cosme en un principio, luego Piero y Lorenzo
comenzarán a vivir una gran época de creación artística. Los períodos de violencia van disminuyendo, se mantiene un mayor intercambio con oriente. Surgen varios principados fuertes que compiten entre si y quieren emular al vecino, aumenta el gusto por la belleza, el lujo en las vestiduras y las grandes mansiones lo que acrecienta la actividad en todas las artes y da paso a lo que es conocido como el primer Renacimiento.1 El Humanismo, vuelca sus ojos hacia la Antigüedad y sus enseñanzas. Aumenta la confianza en el hombre y en sus poderes, sin lo cual no se podría comprender el arte clásico. Comienza una nueva época, de inquietud, de curiosidad, de experimentación. Es la época de las especulaciones teóricas donde se asimila lo mejor de las doctrinas antiguas. Las curiosidades del mundo pagano cobran gran interés sobre todo a partir de la  segunda mitad del siglo. La pintura de este siglo se caracteriza porque al igual que la corriente de la época, evoca a lo antiguo. La naturaleza es observada desde otra perspectiva, es estudiada detalladamente para luego ser incorporada de una manera real a las pinturas. Un punto importante es que se comienza a jugar con la perspectiva, y se trata de superar la bidimensionalidad, perfeccionando la tridimensionalidad. La figura humana es el punto central de los cuadros y aunque vuelve a tomar proporciones reales es por lo general idealizada. Los temas religiosos siguen siendo los favoritos para ser pintados, sobre todo porque es la iglesia quien patrocina a los artistas, aunque comienzan a surgir los mecenas que encargarán otro tipo de obras, paganas, sobre todo referenciales a la mitología griega.
Entre los pintores que debemos destacar de esta época es Giotto que aunque muere en 1337 podemos
decir que es quien pone un precedente, sus pinturas se caracterizan por el uso de la luz que incorpora en sus cuadros y otros como Fra Angelico, Pisanello, Masaccio, (sus estudios de la perspectiva), Piero de lla Francesca quien es la figura cumbre de esta tendencia. 3

Cinquecento

Comprende el siglo XVI, dividido en dos fases, el alto Renacimiento que son las últimas décadas del siglo   precedente y las primeras del XVI y el Bajo Renacimiento que da paso al Manierismo. Este siglo se caracteriza por la transición entre teocentrismo medieval al antropocentrismo humanista de la Edad Moderna. Así como en el siglo anterior Florencia había sido la cuna del arte y pierde su esplendor con la caída de los Medici, en el siglo XVI Roma debido a su enorme crecimiento y al del Papado, tomaría el liderazgo. La arqueología surgió con toda la fuerza por lo que se convirtió en el lugar obligado de visita de los coleccionistas. Eran incontables los hallazgos que se hacían figuras como Apollo de Antium, el Laocoonte del Esquilino, el torso. Estos hallazgos fueron una gran contribución a la creación de los escultores de la época como de los pintores ya que servían de referencia y estudio.
En el siglo XVI se reafirman los cambios que venían dándose ya en el siglo anterior y aunque se sigue trabajando temas religiosos, los temas paganos van cada vez en aumento. Los pintores estudiosos de la figura humana, de la naturaleza y la perspectiva logran que sus obras sean cada vez más naturales. Sus obras ya transmiten realidad, proporcionalidad, orden y equilibrio. Los artistas buscan el ideal y pintan cuadros que reflejan esta búsqueda del ideal.
En este tiempo surgen dos tendencias, una en Roma que da prioridad al dibujo y la forma y por el otro en Venecia donde se dará prioridad al color. Los contornos de las figuras se van difuminando lo que les dá una mayor sensación de volumen. Además se usan algunas nuevas técnicas aprendidas como las de dar movimiento a las figuras colocando el brazo de la persona retratada adelante, lo que coloca al dorso en un segundo plano y en el paisaje de fondo se puede apreciar perspectiva y rasgos más acentuados y detallados de la naturaleza. Un punto importante a destacar que diferencia los cuadros del siglo XV con los del XVI es el uso de la luz. En este siglo se usarán diferentes variaciones de luz, y a diferencia de Boticelli que en sus cuadros dibujaba una luz directa, ahora se introduce otros matices, se crea sombras, se introduce la neblina y el crepúsculo. En este siglo existieron grandes maestros como son Leonardo Da Vinci, quien escribe el Tratado de la Pintura en 1951, Rafael Sanzio y Miguel Angel Buonarronti que llegaron a ser inmejorables en su pintura, casi perfectos y muy difícil de imitar por lo que surge una nueva tendencia que es la de pintar como estos artistas o “a la maniera” y es denominada Manierismo o Renacimiento tardío. (1520 – 1600)
Así en la segunda mitad del siglo XVI surge un arte que en un principio fue de pintar “a la manera”, pero luego se transforma en una forma de pintar “a mi manera”, es caprichosa, irrespetuosa, toda sensación de orden, equilibrio y serenidad desaparecen, siendo una clara antesala del Barroco. 5
5 (Chaste 1988)




CALIFICACIÓN 98/100

Bibliografía
Baxandall, M, y T. Llorens Serra. Pintura y vida cotidiana en el Renacimiento. España: Editorial Gustavo
Gili, 1978.
Chaste, André. «El arte italiano.» Pintura Italiana del Siglo XV. 1988.
http://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=gDIW3l5BRYIC&oi=fnd&pg=PA45&dq=pintura+itali
ana+del+siglo+xv&ots=A‐jo1pZohP&sig=H4LrXbNgTJUU6JOv0p2C2mtsS4#
v=onepage&q=pintura%20italiana%20del%20siglo%20xv&f=false (último acceso:
14 de 02 de 2014).
Lasso, Sara. «Giotto di Bondone: Quien fue y por qué es importante.» About.com Arte. s.f.
http://arte.about.com/od/Artistas‐A‐Z/p/Giotto‐Di‐Bondone.htm (último acceso: 15 de 02 de
2014).
Perez Sanchez, A. Pintura del Quattrocento en Italia. Madrid: Anaya, 1986.

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