domingo, 18 de marzo de 2012

EL INDIGENISMO Y LA LITERATURA



Definición de Indigenismo
Indigenismo es un término que se deriva de la palabra indígena, siendo esta a su vez un sinónimo de la palabra indio , vocablo muchas veces usado de manera peyorativo en el lenguaje popular cuando es usado por un no indio.
Alejandro Marroquín, en su obra Balance del Indigenismo, define al indigenismo como:”la política que realizan los estados americanos para atender y resolver los problemas que confrontas las poblaciones indígenas, con el objeto de integrarlas a las nacionalidad correspondiente” El Instituto Indigenista Interamericano, a su vez, lo define como: “corriente ideológica fundamental para muchos países de América Latina, en términos de su visibilidad como naciones modernas, para la realización de su proyecto nacional y de definición de su identidad”
Los críticos del indigenismo lo consideran como un arma para destruir la identidad de los pueblos, integrándolos a una cultura nacional “en masa”. Algunos autores van mas lejos y sostienen que el atraso de los países pluri étnicos se debe a que el indígena es un freno en el desarrollo . En lugar de cuestionar la sociedad global, desprecian la cultura indígena.
Vargas Llosa, en una entrevista en el 2003 en diario El Universo señaló que el indigenismo puede ser una amenaza para el sistema democrático. “El indigenismo en Ecuador, Perú y Bolivia está provocando un verdadero desorden político y social, y por eso hay que combatirlo”, afirmo el escritor peruano, quien además lo ligó al fenómeno del colectivismo.
Además añadió que el indigenismo de los años 20 que parecía que se había quedado rezagado, es el que ahora que ha tomado fuerza está detrás de fenómenos como el señor Evo Morales, en Bolivia, también en el  Ecuador esta creando un verdadero desorden político y social basándose  en el argumento del agravio al decir que han sido y siguen siendo las víctimas del imperialismo, de los blancos, de los colonizadores, de las empresas. Lo que los lleva a sacar a flote sus peores instintos como es la desconfianza hacia el otro y como consecuencia, a encerrarse en si mismos.
Grupo de Guayaquil
Así como en la actualidad hay escritores que como Vargas Llosa se interesan en la vida política y opinan sobre ella, en los años treinta surgió un grupo llamado el Grupo de Guayaquil que se caracterizó por su literatura combativa y denunciativa. Era un grupo de escritores ecuatorianos que renovó la  literatura ecuatoriana de los años 30, a través de una obra profunda, costumbrista de denuncia y de gran contenido realista social,   Este grupo se fundó en la ciudad de Guayaquil. Fueron escritores que centraron su obra en la vida del montubio, el indio y el obrero ecuatoriano, como lo demuestran sus obras como La Tigra, Las Cruces sobre el Agua, el libro de cuentos Los que se van entre otros.
Efrén Avilés Pino comenta al respecto:
“Nuestro ambiente pecato recibió mal este nuevo tipo de literatura de denuncia, no así los demás continentes que saludaron y celebraron su aparición. Esta realística no ha podido ser superada en el país, y lo que es más, sirve todavía de tema en su concepción realista a la novela ecuatoriana actual que no puede liberarse hacia nuevas formas de inspiración literaria” Autor: Efrén Avilés Pino. Miembro de la Academia Nacional de Historia del Ecuador.
Los integrantes de este grupo fueron: José de la Cuadra, Enrique Gil Gilbert, Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta, Alfredo Pareja Diezcanseco.
Los que se van
 A pesar se ser este un tratado sobre el indigenismo y la literatura he pensado que es importante insertar la importancia de la obra Los que se van, ya que son cuentos sobre el cholo y el montubio que son grupos sociales que han sufrido igual discriminación que los indios. Los autores de estos cuentos fueron Demetrio Aguilera, Joaquín Gallegos Lara y Enrique Gil Gilbert. En 1930 estos tres jóvenes guayaquileños sorprenden a los lectores con la publicación de 34 relatos breves, en los que se narraba con crudeza la vida del campesino costeño del Ecuador. Este libro o sueño compartido estaba inspirado en los cholos, montubios y en los negros, habitantes de la costa, que desde entonces dejarían de ser parte del paisaje para presentársenos como una realidad violenta, sensual y marginada. La literatura tomaría un nuevo rumbo para caminar por la senda de la denuncia y la protesta, o del llamado realismo social, que se mantendría durante las dos décadas siguientes con el lema: “la realidad y nada mas que la realidad”
Esta obra no solo era un rechazo al sistema socioeconómico existente, sino que profundizó en las raíces de la identidad nacional, era una forma de insertar el habla y pensar popular en el terreno literario y ser la voz de una buena parte de una población siempre descuidada y relegada del Ecuador. Por su tema controversial, nació vinculada a los procesos políticos y culturales que habían marcado la historia del Ecuador en los últimos años.
 Las constantes luchas liberales, que triunfó en la Revolución de 1895, y que había sido incapaz de llevar a cabo las reformas económicas prometidas y crear una industria nacional. La alianza que mantenía el gobierno con los terratenientes y la creación de una fuerte oligarquía bancaria, la incapacidad para redimir a las clases populares que habían combatido en sus filas, la ineficiencia para incorporar a la clase media que había sido beneficiada con la educación en una sociedad mojigata y cerrada, no tardaron en crear un malestar social tanto en la sociedad serrana como en la costeña. La ciada del precio del cacao, el encarecimiento de la vida, la congelación de los salarios, las plagas en los cultivos agrícolas que hizo migrar al trabajador agrario a la ciudad de Guayaquil, hicieron que en 1922  esta ciudad se realizara la primera huelga organizada del proletariado nacional, así como su brutal represión. Más de 1500 cruces flotaban al día siguiente en el río Guayas, en recuerdo de los tantos masacrados por las fuerzas del orden. El pueblo salió a las calles a protestar y volvería a hacerlo muchas veces durante los años 20 y 30 en todo el país.
Y el arte sería una forma de protestar e incluirse en el descontento popular, a través de estos jóvenes de la clase media, vinculados a los partidos de izquierda se reclamaba la formación de una conciencia nacional.
Así, cuando en 1925 la “revolución Juliana” instaura un gobierno militar, de corte progresista pero que demostró estar incapacitado para mejorar las condiciones de vida de las clases más bajas, los autores de la nueva tendencia escribirían obras que serian un espejo de las mayorías relegadas. Así como en la costa el protagonista será el montubio, en la sierra será el indio. Las obras más representativas serán de Plata y Bronce de Fernando Chávez, y de Humo en las Eras, de Eduardo Mora, para terminar con broche de oro con la obra Huasipungo (1834) de Icaza.
Así, “Los que se Van”, es una obra que viene evolucionando en el Ecuador de los años 20 y nos inserta en la vida del montubio, habitante de las orillas de los grandes ríos de la Costa, mezcla de indio, negro y en menor medida blanco, pero de una forma cruda, casi fotográfica y real, dejando de lado el romanticismo y revelando detalles de la explotación del hombre campesino. Aguilera Malta, también incursiona en este tipo de Literatura presentándonos al cholo de la costa, quien proviene de grupos aborígenes anteriores a la invasión inca.
Esta literatura se propuso mostrar la tragedia que vive el campesino ecuatoriano, sin importar en que región habite, hoy 80 años después , aunque las condiciones han mejorado, no es suficiente. El campesino sigue viviendo en situaciones adversas y emigra a la ciudad en busca de mejor calidad de vida, abandonando el campo y siendo víctima de otro tipo de injusticias en su nueva vida. Es por eso que estos libros no solo no han pasado de moda, sino que siguen siendo un punto de referencia ineludible en la difícil búsqueda de la identidad  ecuatoriana.
Jorge Icaza (1906-1978)
La obra de Icaza es extensa, casi todas las novelas y algunos de sus cuentos tienen como protagonista la explotación al indio. En Huasipungo el indio es cotizado  conjuntamente con las vacas, arboles y sementeras como parte integral del huasipungo. En Las calles , relata el éxodo del indio a la ciudad, en donde va a sufrir igualmente insultos, abusos y explotación en un medio ajeno para el. En Cholo nos enseña el conflicto del mestizo bastardo, desubicado y en continua búsqueda de su identidad.
Aunque en todas sus obras logro enfrentarnos con la realidad con una maestría absoluta, es Huasipungo, su obra más difundida. La obra está ubicada en el año 1910. Si nos ponemos a pensar que hoy en dia, a principios del siglo 21, a pesar de las mejoras socio económico que el país ha tenido, el indio sigue siendo explotado, marginado, víctima de injusticias imaginemos lo que sucedía a principios del siglo XX cuando se desarrolla la novela.
El indio era propiedad del huasipungo, carecía de toda libertad y ni siquiera era dueño de su honor, los latifundistas y sus hijos creían que podían poseer a las indias por fuerza y derecho. El indio había sido atropellado y humillado al punto que no podía mirar los ojos al patrón. Por otro lado el latifundista aristocrático gozaba de una de una posición privilegiada, manejaba la economía agraria del país e influenciaba en las decisiones políticas del país, aunque estaba dominado a la vez por el imperialismo norte – americano.
En el ecuador y sobre todo en la Sierra ecuatoriana se mantenían todavía muchas costumbres del siglo anterior. La castas se habían eliminado en teoría pero en la memoria de la gente permanecerían por mucho tiempo, me atrevería a afirmar que hasta ahora en ciertos grupos sociales siguen presentes. Asi el indio era el bruto, el ladron , el mentiroso, el ocioso, el de raza inferior. En esa misma época hubo un grupo que justifico nuestro atraso, basándose en el positivismo, y afirmando que se debía a la fusión de razas, designando al indio como inferior.
En los años 30 la marginación del indio ecuatoriano es total. Totalmente arrancado de su ancestro incaico, rota su economía de tipo comunal y sustituida por la de tipo feudal traída de Europa, incorporado a la fe católica que no la comprende, diezmado en las mitas y sobre todo despersonalizado. Este residuo de la colonia es la fuente de inspiración de Icaza.
Es en este medio que Icaza y el Grupo de Guayaquil hacen su incursión. Icaza, lanza Huasipungo con el afán de demostrar que el mundo está mal hecho, que las cosas deben cambiar y que se debe denunciar esta realidad tan injusta. El indio de Icaza es aquel que nace sobre cueros, entre perros y cuyes, al calor de un fogón, en medio del Huasipungo y vive hundido en una semi inconciencia de miseria y abandono. Sufre todos los estragos de la esclavitud, es el residuo de casi cinco siglos de subordinación.
Icaza describe tal y como su sensibilidad lo percibió en 1912 en las haciendas de Riobamba cuando en la Revolución de Alfaro su familia se traslada al latifundio “El Chimborazo” “Allí como era un niño todavía, los indios me permitieron entrar en sus chozas y pude vivir sus dolores, su vida y su miseria” nos dice Icaza.







Conclusiones
El gran éxito alcanzado por Huasipungo esta en enfrentarnos de golpe a esta realidad desconcertante que no queríamos reconocer y la creíamos ya superada, por medio de la literatura.
La Literatura y la Historia van de la mano, ya que la Literatura al no estar atada al rigor científico puede ser relatada de manera más amena y llegar a más personas. Muchos autores se han valido de la Literatura para relatar y mantener en la memoria de los pueblos costumbres, denuncias, hechos reales, tradiciones y poder pasarlas de generación generación.
















































Bibliografía

- Diario El Universo, edición digital
Guayaquil, 11 de noviembre de 2003

- Revista de crítica literaria latinoamericana
Jorge Icaza. El Indigenismo Ecuatoriano, Antonio Sacoto

- Presente y futuro de Huasipungo. Alban, Ernesto


-http://www.edym.com/books/esp/LitIAsXX/cuadra.html


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