Montse Pazmiño
00109349
El Cuento Fantástico
2013.09.12
La siesta del martes
Escribir sobre los siguientes puntos:
Tema
El cuento la siesta del martes
fue escrito en 1962 y forma parte de la colección “Los funerales de la Mama
Grande”. García Márquez nos relata el recorrido de una madre y su hija para
visitar la tumba de su hijo que fue asesinado cuando trataba de robar en una
propiedad privada. A través del cuento el autor además de narrarnos el viaje de
la madre nos enseña otro lado de Colombia. Vemos reflejado un período de
violencia de la historia colombiana, causado por el conflicto entre el partido
liberal y el conservador. (1948 -1957). Nos muestra un pueblo triste, oprimido,
sin esperanza, reflejo de los duros años que les tocó vivir. Al describir el
tren viejo, el calor, la sequedad, las casas deterioradas, el autor no solo
narra un cuento, nos adentra en un mundo de opresión y miedo.
Dos
observaciones sobre la madre
“La mujer parecía demasiado vieja
para ser su madre, a causa de las venas azules en los párpados y del cuerpo
pequeño, blando y sin formas, en un traje cortado como una sotana.”(García Márquez.
1962. p.16)
Por la descripción que nos hace
el autor de la madre, podemos deducir que es una persona que ha sufrido mucho.
Es una persona fuerte y valiente, cabeza del hogar, que aunque se la considere muy dura quiere mucho a sus hijos y le
conmueve lo que con ellos pase.
“Viajaba con la columna vertebral
firmemente apoyada contra el espaldar del asiento, sosteniendo en el regazo con
ambas manos una cartera de charol desconchado. Tenía la serenidad escrupulosa
de la gente acostumbrada a la pobreza”.
Parece que pasó muchas necesidades sin embargo
supo siempre salir adelante sin doblegarse. Por su lenguaje, sus modales y su
vestido se nota que es alguien con educación y que vivió tiempos mejores. Es
una persona reservada, de pocas palabras que no demuestra sus sentimientos en
público ni le gusta causar lástima. (Este es otro rasgo de su educación)
“Si tienes ganas de hacer algo,
hazlo ahora —dijo la mujer—. Después, aunque te estés muriendo de sed no tomes
agua en ninguna parte. Sobre todo, no vayas a llorar”.
Relación
madre hija
A primera leída la madre se
muestra como una mujer muy dura y seca, pero si leemos con detalle nos damos
cuenta que aunque de pocas palabras y parca en muestras de afecto, se preocupa
por su hija y su bienestar.
“Cuando volvió al asiento la
madre le esperaba para comer. Le dio un pedazo de queso, medio bollo de maíz y
una galleta dulce, y sacó para ella de la bolsa de material plástico una ración
igual.”
La madre, es una persona autoritaria
acostumbrada a mandar. Esto nos demuestra que ella fue la responsable de
dirigir su hogar, sacar a sus hijos adelante sin darse tiempo para
lamentaciones.
—Ponte los
zapatos—dijo.
—Péinate —dijo.
La niña tiene doce años y confía
en su madre y está segura que lo que ella hace está correcto, no replica, no
parece que sea por miedo, sino por confianza en la madre.
Comportamiento cura
A través del personaje del cura,
el autor, realiza una crítica a la Iglesia y a su función en la sociedad. Lo
hace ver como una suerte de confrontación entre clases sociales, el Señor cura
del pueblo y la madre de un ladrón. Los comentarios del Padre son faltos de piedad,
no se interesa en lo verdaderamente importante de ese momento, el dolor de una
madre al haber perdido a su hijo, él da por hecho que el muerto era una mala
persona y hace a la madre responsable del
comportamiento del hijo
"- ¿Nunca trató
de hacerlo entrar por el buen camino?”
Una frase que dice mucho del
padre es cuando el autor nos relata que el padre esperaba ver llorar a la madre
y a la hija y al ver que no lo hacían las mira con “piadoso estupor”, él
esperaba verlas desconsoladas, hundidas, suplicantes para el actuar como
todopoderoso y concederles la gracia del perdón.
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