Montse Pazmiño
00109349
Literatura y Derecho
2013.10.16
Trabajo Final
El Tiempo
en la Literatura
Tiempo
es una de las palabras más nombradas en la vida diaria, hablamos de ganarlo,
perderlo o ahorrarlo, pero lo cierto es que siendo tan valioso ni siquiera
puede atesorarse. El tiempo avanza de manera inexorable y no hay nada que
podamos hacer para modificar su curso. Es escurridizo e imposible de lograr que
se desarrolle más lento o más rápido, o pretender guardar un poco para el
futuro.
Citando
lo que dice en nuestro libro de texto, si nos preguntamos: ¿qué es el tiempo?,
estaremos enfrentándonos a una de las preguntas más complejas de la historia de
la humanidad que no se han respondido del todo y que pensadores como Spinoza,
Einstein o Hawkings han contestado de modo distinto. (Falconí. 2013)
Veamos
algunas definiciones encontradas en el diccionario:
Definición
de Tiempo.
Tiempo.
Del latín tempus, la palabra tiempo se utiliza para nombrar a una magnitud de
carácter físico que se emplea para realizar la medición de lo que dura algo que
es susceptible de cambio. Cuando una cosa pasa de un estado a otro, y dicho
cambio es advertido por un observador, ese periodo puede cuantificarse y
medirse como tiempo.
1 Magnitud con la que se mide la duración de
un determinado fenómeno o suceso: en el Sistema Internacional, el tiempo se
mide en segundos, aunque en función del suceso que se estudie se utilizan otras
unidades más prácticas, como el año, el siglo, etc.
2 Periodo determinado durante el cual sucede
algo.
3 Edad de una persona: ¿Qué tiempo tiene su
niño? Tres meses.
4 Periodo determinado en la historia de una
civilización o de una sociedad al que se hace referencia aludiendo a un hecho
histórico, un personaje o un movimiento cultural, económico o político que se
ha desarrollado en él: nació en el tiempo de la República.
5 Periodo del pasado que se caracteriza por
una circunstancia: hubo un tiempo en que iba al cine a diario. Época.
6 Parte en que se divide una actividad o un
proceso: cuando acabó el primer tiempo, el árbitro suspendió el partido por la
niebla.
7 Velocidad con que se ejecuta una composición
musical. Tempo. (The free dictionary)
Gracias
al tiempo, podemos organizar los hechos de manera secuencial. Este orden deja
establecido un pasado que es aquello que ya sucedió, un presente que es lo que
está pasando en este momento y un futuro , aquello que va a pasar próximamente.
Pero esta clasificación la podríamos denominar “teórica” porque este mismo
tiempo puede llegar a tener términos muy diferentes, entrar en diferentes
juegos, diferentes tipos de tiempo que han sido los que han inspirado a varios
artes tales como la literatura, y el cine. Películas como la trilogía de “Regreso
al Futuro” o “Atrapado en el tiempo” nos envuelven en una trama que hace jugar
con el tiempo.
En
la Literatura, ese tiempo que nosotros llamamos real es muy diferente. Citando
a Falconí “El tiempo de la narración es
la estructura temporal que el autor realiza en su texto literario. Ciertamente
esta creación copia parte de la realidad temporal, pero busca proponer una
nueva medida del tiempo que administra las acciones de los personajes “ (2013).
En la narración el tiempo ficticio es distinto del tiempo real. El narrador
organiza el tiempo de la historia rompiendo con la cronología ordenada y lineal
causa – efecto. Aunque estamos conscientes que la narración es ficticia el
tiempo es tomado en cuenta aunque de una manera muy diferente comparada con el
valor que le damos en la cotidianidad; esto implica que el tiempo ficticio no
es equivalente al tiempo real. No responde a un orden prefijado, sino que quien
lo relata lo hace de un modo arbitrario, sin tener en cuenta una línea cronológica.
El
tratamiento del tiempo a lo largo de la Literatura ha variado, así pues la
novela en el siglo XIX tenía una estructura lineal en la que los hechos se
narran respetando el orden cronológico de los mismos. En el siglo XX el tiempo
es uno de los rasgos estructurales más característicos. La narrativa del siglo
XX juega con el tiempo, abandona la estructura lineal, lógica y previsible, ocultando
las relaciones cronológicas, se rompe con ellas ya que el orden que se sigue no
es el de los hechos exteriores, sino el de los hechos interiores, la vida
interior de los personajes pasa a primer plano, volviendo al tiempo elástico.
Dentro
de esta estructura podemos distinguir tres clases de tiempos:
1.
Tiempo objetivo: es el tiempo cronológico, el de los hechos y se mide en
segundos, horas, días.
2.
Tiempo subjetivo: es el que se mide por la valoración interna de los hechos
exteriores.
3.
Tiempo psicológico: es el que transcurre dentro de la conciencia del individuo.
Es el tiempo de las percepciones internas. (Tomado de técnica literaria en la narrativa moderna.)
Como
ejemplo de lo que el tiempo puede significar en la literatura, quiero traer a
colación tres cuentos en los que los diferentes autores juegan con el tiempo y
lo trabajan a su gusto.
El
proceso de Kafka.
“Primer
capítulo. Arresto. Conversación con Frau Grubach. Luego con Fräulein Bürstner.
Alguien tenía que haber calumniado a Josef K., pues fue detenido una mañana sin
haber hecho nada malo”. Así comienza. Se trata de un empleado de banco y de los
dos mensajeros del juzgado que entran por la mañana en su habitación con la
intención de detenerlo. Pero no lo detienen: al lado de una mesa de noche, el
“supervisor” lo interroga, y luego simplemente lo deja marcharse. “Por favor,
usted está libre”… El proceso flota.
Resulta
que Josef K. se ha extraviado al interior de una maquinaria gigantesca, en la
subsistente, disciplinada y bien aceitada maquinaria del tribunal. K. descuida
su trabajo en el banco, consulta con abogados, asiste a los interrogatorios
aunque se ha jurado a sí mismo no asistir, se queja del comportamiento de los
empleados del juzgado en su casa. Lentamente se filtra la información de que
tiene “un proceso”, parece que todo el mundo está al tanto, o al menos muchos,
y que se trata de algo legítimo. (Tucholsky. K).
En
este cuento el tiempo juega un papel muy importante no tanto por su elasticidad
ya que la historia lleva un orden cronológico sino por el doble mensaje que nos
puede dar, el primero son todas las vicisitudes que sigue el señor K. durante
su proceso, al leer el libro nos parecerá que es toda una vida de sufrimiento
cuando en realidad la historia transcurre en un año. Otra de las visiones es el
tiempo procesal del cuento. ”El manejo del tiempo procesal es vital dentro de
los procesos judiciales y por ello se intenta normarlos a través de principios
que aceleren el tiempo.” (p17 Falconí – material docente unidad 5 parte 1)
El
señor Egge, microrelato de Bertol Brecht.
Cuenta
la historia que a casa del señor Egge, el que había aprendido a decir que no,
llegó un día un agente que le mostró un documento en el que decía que podía
quedarse en su casa y él debía servirlo. El señor Egge sirvió al invasor sin
pronunciar una sola palabra hasta que este murió y solo cuando esto sucedió el
respondió a la pregunta que le había hecho el invasor en un inicio, ¿Estás
dispuesto a servirme? Con un NO. Además del mensaje que nos quiere dar el autor
en este bello cuento, la forma en que es tratado el tiempo merece mencionarse,
pues el cuento no tiene más de 15 líneas sin embargo pasan 7 años entre la
primera y la última.
El milagro secreto de Jorge Luis Borges
Este
genio de autor nos presenta un cuento corto que también nos juega una pasada
con el tiempo del relato. El cuento comienza narrándonos que el 19 de marzo de
1939 Jaromir Hladik es arrestado luego de que las autoridades recibieran una
denuncia en su contra. Ya en la cárcel y condenado a muerte el protagonista en
un diálogo con Dios en la oscuridad le dice: “Si de algún modo existo, si no
soy una de tus repeticiones y erratas, existo como autor de los enemigos. Para
llevar a término ese drama, que puede justificarme y justificarte requiero un
año más. Otórgame esos días. Tú de quien son los siglos y el tiempo”. Esa noche
Hladík sueña que una voz le dice “El tiempo de tu labor ha sido otorgado”.
Llega el día señalado para su fusilamiento y es llevado al lugar donde se
realizará el acto final. Son las 8.44. Había que esperar que el reloj diera las
9.00. A las 9.00 en punto el sargento
vociferó la orden final.
“El
universo físico se detuvo. Las armas convergían sobre Hladik, pero los hombres
que iban a matarlo estaban inmóviles….Comprendió que estaba paralizado… Pensó
el tiempo se ha detenido. Luego reflexionó que en tal caso también se hubiera
detenido su pensamiento.
Un
año entero había solicitado a Dios para terminar su labor, un año le otorgaba
su omnipotencia. Dios operaba para él un milagro secreto: lo mataría el plomo germánico,
en la hora determinada, pero en su mente un año transcurriría entre la orden y
la ejecución de la orden.” (Borges.p.165)
Jaromir
Hladik murió el 29 de marzo a las 9 y dos minutos de la mañana.
En
el cuento un año sucede en dos minutos dentro de la mente del protagonista,
tiempo suficiente para terminar sus pendientes en esta tierra.
“Cuando
se habla de la concepción de la mecánica relativista, el concepto de tiempo
adquiere una mayor dificultad a la hora de ser definido. Esta noción surge en
oposición a la escuela clásica, donde se entendía que el tiempo era algo
absoluto, es decir que es una magnitud exactamente igual para todas aquellas
personas que lo observen. En la mecánica relativista se entiende que los
valores de tiempo pueden variar según el observador, el sistema de referencia
que se utilice y el punto en el que se encuentre el observador.” (Nieto
Undurrga. L.)
Hasta este
punto del ensayo se ha descrito el concepto de tiempo visto desde diferentes
ángulos, se han dado varios ejemplos de cómo el tiempo puede jugar con nosotros
en la literatura, a través del ingenio del autor, todos ejemplos que nos
enseñan la trascendencia de un lapso o periodo en la literatura que nos
sorprenden y divierten pero que en la vida diaria no nos afectan. Es por eso
que quiero, a continuación, contar una historia de la vida real que ejemplifica
lo relativo que puede ser el tiempo en la vida de las personas dependiendo del
lugar en donde se encuentran, cuando se enfrentan con un proceso judicial.
Imaginémonos
la típica familia de clase media alta, compuesta por padre, madre, dos hijos y
dos hijas. Un matrimonio bien llevado, de varios años. El momento que comienza
nuestra historia, el hijo mayor tiene 17 años, la segunda 15, el tercero 10 y
la última 7. El padre de familia, trabaja en el área financiera y es el que
mantiene el hogar. La madre tiene un trabajo a medio tiempo en una compañía de
aviación, disfruta mucho pero es más un “hobbie” que un trabajo. El dinero de
su sueldo lo ocupa en hacer regalos o disfrutar el tiempo con sus hijos,
familia y amigos. El tiempo restante se dedica a ser “ama de casa” lo que lo
hace con mucho gusto y disfruta de sus hijos y comparte sus actividades.
Un día a
finales de febrero llega a la casa el esposo al que llamaremos D. (para estar
en el tono de Kafka) muy contrariado y anuncia que en la oficina de gobierno donde él trabaja
hubo un desfalco de 1.400.000 dólares y que él, al igual que todo su
departamento está involucrado y acusado de peculado. El peculado no prescribe.
Hay una orden de detención en su contra. Primer paso, llama a un abogado
“amigo” para que dé su opinión. El abogado le dice, esto se arregla fácil
haciendo un gesto con la mano derecha en
la que deslizaba el pulgar lentamente por los dedos meñique, anular, medio e
índice. D. le explica que él es inocente y que no quiere caer en esos actos de
corrupción de los que tanto ha repudiado frente a sus hijos. El abogado le dice
“Entonces por lo menos ponte a salvo porque si te “agarran” no sabemos cuándo
puedas salir”. Segundo paso. D. hace una maleta, toma un avión y sale del país.
Este es el
comienzo de una larga historia. No, está mal dicho, es el comienzo de dos
largas historias porque la familia se divide en dos. Una formada por la madre y
los cuatro hijos y otra por D.
Es en este
momento cuando el tiempo juega un papel muy extraño en estas historias.
Ella: Desde
que D. se fue, mi vida es como un torbellino, no tengo tiempo ni para pensar. Los
primeros días pasé como en una nube sin saber qué hacer. Parada en el vacío con
la responsabilidad de cuatro hijos sobre mis espaldas. Poco a poco la niebla se
fue disipando y las ideas aclarando. Tengo que ser práctica, aquí no hay tiempo
para lloros, reorganizarnos es la palabra. Renuncié a mi trabajo, ahora tengo
uno a tiempo completo con un sueldo mucho mejor, aun así tengo que hacer muchos
recortes en el presupuesto familiar.
El: Llegué a
este nuevo país donde al principio creí que sería por muy poco tiempo, uno o
dos meses, ahora veo que esto va a durar más tiempo del que creía. Paso los
días buscando trabajo, no es fácil, mi pasaporte con visa de turista no es
suficiente, me piden que saque otro tipo de identidad.
Ella: No
puedo creer ha pasado medio año. Hace dos meses logré irme unos días a
visitarle, todo fue tan rápido como en un sueño. Es el tiempo que más largo
hemos estado separados desde que yo tenía quince años. Mi hijo mayor se graduó del colegio, nunca imaginé que asistiría
a todas las ceremonias que organizó el colegio, incluída la fiesta de
graduación sin D. se me unía el cielo y la tierra, primera vez en muchos años
que iba a una reunión de parejas sin pareja. La próxima semana empezará la
universidad, obtuvo una beca por sus buenas calificaciones lo que me da un
respiro financiero, un gasto menos.
El: Son solo
6 meses de lo que abandoné mi país. El tiempo se me hace eterno, creería que
han pasado 6 años. Yo antes que no tenía un minuto libre ahora tengo todo el
tiempo del mundo y no sé qué hacer con él. Pienso mucho en mi familia, me hacen
falta, sé que mi hijo fue aceptado en la Universidad, me llamó un día M para
contarme la buena noticia, ella lloraba de la emoción. Hubiera querido estar
ahí para compartir esos momentos.
Ella: Bien
dicen que el hombre es un animal de costumbres, es extraño, han pasado 18 meses
para notarlo tengo que sentarme a calcularlos porque vivo la vida a tal
velocidad que no me doy cuenta. La familia tiene su rutina, mis hijos han
logrado adaptarse al cambio, al doble cambio su papá se fue pero se quedaron
sin mamá porque tengo que salir a trabajar temprano y llego muy entrada la
tarde. Zoila ha tomado mi lugar, ella es quien ahora los acompaña mientras
están en la casa. Siguen con sus clases, sus extracurriculares, sus amigos, su
vida. Sé que extrañan a D. pero es un recuerdo dulce, saben que está a la
distancia de un mail o una llamada de teléfono, a veces más disponible que
cuando estaba presente. En medio de
todas mis nuevas responsabilidades la que menos me gusta hacer es la de los abogados.
Si antes no creía en el sistema judicial de mi país ahora me da asco. El que
pidan plata para todo es casi lo de menos, el tiempo que requiere cada trámite
es malo, pero lo peor es la frustración que siento al ver que las cosas no
avanzan, están estancadas, no se mueven. D. desde allá trata de hablar ya con un
abogado ya con otro, de agilitar el trámite pero obtiene las mismas respuestas que
yo, puertas cerradas, indolencia.
El: Parezco
un preso en un país ajeno, han pasado 546 días. Perdí las esperanzas no puedo
trabajar legalmente en este país, he realizado algunos trabajos, todos como
ilegal. Amigos que me quieren dar una mano. Mi rutina es la de un retirado. Mi
mayor ilusión en el día es la de caminar una hora a la biblioteca pública para
hablar con M. Salgo todos los días a las 11.30 de mi casa, llego a las 12.30,
media hora antes de conectarme para ganar turno en la computadora y estar listo
cuando ella se conecte. Ella llega siempre, sé que muchas veces corre para
avanzar y que en la oficina ya saben que de una a dos a la señora no se le
puede interrumpir. Ella es mi contacto con mi otro mundo con ese mundo que le
siento tan mío pero a la vez ahora tan lejano. A veces no la reconozco, hay
algo en ella que ha cambiado, tiene una seguridad que antes no tenía. La
primera vez que tomó una decisión sin consultarme me molesté, siempre habíamos
tomado las decisiones juntos.
Ella: Mi
trabajo, el que ahora mantiene a la familia, consiste en administrar
gasolineras. Es un trabajo de hombres. Parece machista pero es así es un mundo
de hombres. En las reuniones todos son hombres y yo. Viajo mucho dentro de la
provincia para visitar las gasolineras, trato de organizarme de la mejor forma
para llegar a temprano a la casa a ver a mis hijos. Ahora soy una mamá vía web,
me comunico con ellos por medio de mensajes. Mami necesito esto, me voy a donde
mi amigo, me quedo en el colegio, salí antes de clase, la presentación de
ballet es a las seis, tengo salida de campo, me voy el feriado a la playa, todo
me entero a través de la computadora y desde la oficina trato de organizar esa
otra empresa que dirijo que se llama hogar. A la una de todos los días me
conecto con D. es mi momento de recreo del día, de descanso, aunque a veces se
me complica. Estoy en la carretera y
comienzo a volar para lograr llegar a la una a cualquier sitio que tenga
internet, se el esfuerzo que él hace, no faltó ni el día que anunciaron tornado
y llegó empapado a nuestra cita, yo no puedo fallar. Al principio todo era fluído,
ahora hay veces que el diálogo se complica, se corta, se dan silencios
incómodos. D. está pero no está él vive en otra dimensión, me molesta cuando me
cuestiona alguna decisión que he tomado yo sola y lo peor (o lo mejor?) es que
cada vez tomo más decisiones sola , yo soy la dueña de mi vida, soy la jefa de
mi hogar. Parece un detalle sin importancia pero me di cuenta que yo era
independiente un día que amanecí y había dormido en la mitad de la cama, ya no
era nuestra cama, era mi cama y yo ocupaba todo el espacio, ya no guardaba un
espacio a mi lado. No en vano habíamos pasado ya tres Navidades sin D.
El: Hoy se
cumplen 2555 días desde que mi vida cambio para siempre, desde hace algunos
años me trasladé de país, me acerque al mío. Vivo en un pequeño departamento y
tengo un trabajo como comerciante informal, me mandan pescado desde mi país y
yo lo comercializo aquí. Estando más cerca la logística para ver a mi familia
se ha facilitado. Mis hijos pueden venir a visitarme más seguido, no tanto como
yo quisiera. La que viene menos es M, su trabajo no le permite estar muchos días
fuera y no tiene tanta vacación como mis hijos.
Ella: El
proceso no avanza nada, pero esto lo digo ya por rutina desde hace algunos años
que me desentendí del asunto. Fue un día que me senté a hacer cuentas de todo
el dinero que había gastado en abogados, me sorprendió, me aturdió la cifra. Con
esa cantidad me pude haber comprado una suite que me dé un ingreso extra. Ese
día dije basta, no voy a gastar mi energía y el dinero de la educación de mis
hijos en un proceso absurdo. Se acabó, yo me retiro. Un tío jubilado de D. al ver mi determinación de no volver a
mover un dedo por esta causa, tomó bajo su cargo el proceso, cambió de abogado,
invirtió más dinero y en eso sigue. El tiene el tiempo y la energía para
dedicarse a estas causas perdidas. D. regresa a la casa, a los 8 años va a
volver, cruzará la frontera con precaución, guiado por un amigo que sabe cómo es la “movida”. Ha
hecho algunas averiguaciones y aunque sigue con orden de prisión ya nadie se
acuerda de este proceso. Con cautela, sin exhibirse, puede vivir de nuevo con
nosotros.
El: Hace 3
años que regresé a vivir a mi casa. Al principio todo fue alegría, el re
encuentro, el cariño, el calor de mis hijos, la comida casera, el olor a casa.
Poco a poco las cosas fueron cambiando y me dí cuenta que ya no pertenezco a
ninguna parte. No soy parte de esta familia porque ocho años de ausencia pesan
demasiado, cada uno siguió con su vida, ellos forman un clan al cual yo ya no
pertenezco.
Ella: El
tiempo es relativo, D. regresó a casa a los ocho años de haber salido, para
todos habían pasado ocho años, a veces largos a veces cortos. Para él no, no
había pasado un día. El se quedó encerrado en una burbuja, flotando en el ambiente,
intocable sin tener contacto cierto con el mundo. Nosotros esos ocho años nos
transformamos, crecimos. Mis dos hijos mayores terminaron la universidad y
están haciendo su maestría, el tercero esta en cuarto año de Medicina y la
pequeña, que tenía 7 años cuando D. se fue, acaba de cumplir 18 y se fue a estudiar
la Universidad en el exterior. Yo, quien lo diría me transformé de una señora
dedicada al hogar a una mujer trabajadora, cambié de trabajo y regresé a
estudiar a la universidad, estoy acabando mi tercer año. Para nosotros la vida
no se detuvo, continuó. Siempre habrá un antes y un después del proceso. Al año
de regresar D. nos dimos cuenta que éramos dos extraños, yo había cambiado demasiado,
era otra, creo que él cambio menos pero
esperaba encontrar a su regreso a la misma mujer que dejó, imposible en ocho
años luego de vivir lo que viví hubo cambios, yo misma a veces no me reconozco.
El en su espacio atemporal se mantuvo. Casi pudiera escribir un cuento como el
de Borges en el que un año pasa en dos minutos, a D. 11 años se le perdieron.
Y aquí
termina mi ensayo porque creo que no hace falta aumentar un comentario.
Comentario del profesor
95%
Muy bonito ensayo. Académico-creativo si cabe y con una propuesta de lectura clara. Creo que tu corpus es además muy potente para trabajar este tema que a mí también me parece fascinante. En todo caso, me quedo con el diálogo final y su "ficcionalidad" para felicitarte por tu desempeño en la clase. Espero que ese altísimo nivel de los futurxs abogadxs te haya potenciado. A mí me pareció que sí.
Muchos saludos,
D
Bibliografía.
Definición de tiempo - Qué es, Significado y
Concepto http://definicion.de/tiempo/#ixzz2hjfY4xEC
Nieto Undurraga,
Loreto.
http://es.scribd.com/doc/52701190/tiempo-en-la-narracion
Tucholsky, Kurt.
http://www.escolares.net/lenguaje-y-comunicacion/el-tiempo-en-la-narracion/
Brecht,
Bertolt. Microrealto.Etiquetas: 2006 , 2007 , ALBA
EDITORIAL , http://documentaminima.blogspot.com/2011/11/historias-del-senor-keuner-bertolt.html
http://elarlequindehielo.obolog.com/textos-talleres-literarios-tiempo-narrativo-330043
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